¿Quién te ha pedido que me digas nada? ¿Quién te pidió en su momento que me dijeras un te quiero? ¿Quién me pidió que te creyera y me desviviera por ti?
Añadiendo, claro está, que una vez más el te quiero era falso… que yo tenía razón al principio cuando decía que no quería enamorarme. Temo al amor. Le temo. No soporto esa sensación; como si te elevaras del suelo y surcaras los cielos…para terminar dándote el golpe más grande de tu vida. Joder, que si, que sabes que tengo razón.
Que me dejé llevar por los sentimientos, dejé que salieran por esa minúscula puerta que construí en mi corazón. La construí pequeña expresamente, no fuesen a escaparse más sentimientos de los que te merecías... pero se las ingeniaron para salir todos, uno a uno, como si estuviesen en fila india.
¿Y tu? Tu nada. Tu me hiciste vivir horas de felicidades incontrolable, ésa que hacía que la vida me sonriera, que viese arco iris donde no lo había, lluvias de flores y sonrisas multicolor..


Nunca más...voy a cerrar ésa puerta que construí, no la voy a volver a abrir. Me volveré azul, de lo fría que seré, dejaré de derrochar amor. Dejaré de regalarlo, de tirarlo al aire con la intención e que alguien lo coja al vuelo, y que se caiga al suelo como cuando llueve. Puta lluvia, solo me recuerda lo infeliz que fui.