"Forever, como cuando me dijiste que me querías. Igual que pensabas cuando me acariciabas el pelo con todo tu amor y a través de tus dedos sentía tu placer. ¿Y cuando me mirabas? Podía observar la decisión de tus actos en tu retina, el brillo denotaba tus ansias y tus pupilas transmitían deseo.Entonces, rodeabas mi cintura con tus brazos, diciéndome sin palabras que nunca te dejara...y seguidamente te reías, sin más, porque yo siempre he sido un libro abierto y pudiste leer mi indecisión de mis actos. Y justo en ese momento, me empujaste hacia la pared, cogiéndome las manos, acorralándome con tu fuego, acercándote con extremada lentitud. En ningún momento habías dejado de sonreír. Entonces lo hiciste, quemaste mis labios con los tuyos, me amaste, aunque solo fuera durante una fracción de segundo. Fue bonito. Ahora estas helado y solo tienes ceniza en tu corazón.” AH.