¿Cómo entender que siente la mente? ¡Que alguien me explique porque siento tanta rábia al verte! Será porque tu mismo te delatas...esa sonrisa de insuficiencia...esos ojos brillantes, mostrando ilusión...¿o quizás seguridad? Quién sabe. Se de sobras que asegurabas mi presencia...como si me fueras a tener para siempre en tus brazos. Un día aseguramos que nuestra vida siempre iría por el mismo camino...pero también te aseguré que nada es para siempe. Te lo dijé y te lo repetí mil veces. Te pedí que nunca me dejaras...miles de veces, y me respondiste
con silencios, quizás mentiras. Dejaste escapar toda la mágia.
Dejaste que provara mil lábios, dejaste que mi amor trabajado durante tanto tiempo, se esfumara...¡jódete! Todo lo que trabajamos se ha perdido. Pluf. ¡Nunca más!
(...)

Soy libre, como un pájaro, como un colibrí. Por fin mis engranajes no necesitan tu acéite. Funcionan por si mismos.
Como diría Meri, estoy fluyendo.
Pero no precisamente en un mar de dudas...¿como lo diría? Es como un río que quiere desbocar en el mar, el de los sentimientos... Y no, no me arrepiento de nada. Pero al contrario que tu, he dado un paso enorme. Y esta vez, con otra mano acompañándome.


Cree en ti. Sólo así avanzas.

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